La nueva imagen de Miranda- ¡actualizado!.

Después de profetizar falsamente la transformación y ascenso al poder, Miranda dejó la sede central de Miami, que ni siquiera existe ya, y se recluyó con su amante en una mansión. Aquel que decía que amaba a sus bendecidos se ha limitado a pasar día tras día en su casa, ocioso, sin trabajo conocido, pero recibiendo siembras. Ni siquiera calqueos retransmitidos. Nada.

Ahora, gracias a un lector hemos podido tener acceso al vídeo que se ofreció el día de su cumpleaños («la verdadera Navidad» le llaman) en el que aparece un Miranda cadavérico, agotado, que arrastra las palabras y que muestra unos lamentables síntomas de envejecimiento prematura. Él afirma estar más saludable, lo que es evidente es que ha querido ocultar su nuevo aspecto, y que de saludable no tiene nada. Por supuesto, ninguno de nosotros le deseamos mal a nadie, pero es notorio que Miranda ha experimentado un enorme retroceso en su salud. Nada quedó de su desafiante verbo, ahora parece más un candoroso abuelito dando las gracias por los regalos.

Una pérdida tan dramática de peso, y el cansancio que muestra no son nada bueno. En opinión de este blogger Miranda es el primer engañado de su grupo. Las motivaciones que le llevaron a profetizar su transformación las desconocemos. Pero sí sabemos que NADIE que se burla de Dios puede quedar impune. En entradas anteriores comentamos de la fatuidad del rey Herodes, quien al recibir la exaltación de otros (voz de Dios y no de hombre, le gritaban) murió comido de gusanos. O de Jim Jones, alguien que comenzó como pastor de una iglesia liberal, y que terminó enloquecido, adicto a las drogas y suicidándose. Nadie puede burlarse de Dios o blasfemar así, y menos alguien que ha conocido el evangelio, ya que Miranda durante unos años profesó la fe en Cristo y las Escrituras, para luego negar a ambos, a Cristo y a las Escrituras.

Se terminaron las masivas reuniones con cánticos dirigidos al velo. Se terminaron los atrevimientos, las partidas en casinos con el dinero de las siembras, los tragos y los puros que se jactaba en disfrutar públicamente. De aquella oratoria nada queda, sólo una imágen, la de un hombre consumido. Consumido por sus mentiras y blasfemias. La transformación llegó para José Luis, pero no la que esperaba.

Y tú, querido amigo, seguidor de Miranda, ¿no ves que sigues a un ídolo con pies de barro?. Sólo hay un Señor que murió y resucitó, Jesucristo el Hijo de Dios, Quien después de resucitar ascendió a los Cielos y volverá con Gloria, no con la debilidad digna de lástima de un hombre encerrado en su mansión.

El vídeo completo puede verse en este enlace. (Vídeo a mejor calidad, gracias a D. Andrés Raasch).

«He rebajado algunas libritas por los cuidado de Liz y…. por algunos detallitos que a la salud no le convienen«—- Cita de Miranda en el vídeo.

Como bien dice un lector, por favor, observen la expresión de la amante de Miranda mientras él dice esto. ¡No, no aprueba lo que dice!, ¿que ha rebajado bastantes kilos gracias a la dieta que ella prepara?, ¡ella no parece estar de acuerdo!. Y que son esos «detallitos que a la salud no le convienen», conociendo la doctrina de Miranda, él se niega a aceptar las cosas negativas como la enfermedad que lo debilita. Son «detallitos». Él nunca admitiría algo como un cáncer o una quimioterapia, más bien diría que son mentiras de la carne, ¡antes bien confiesa y declara que está sano de la cabeza a los pies!. Aunque la realidad, tristemente, sea la contraria.

La expresión de su amante LO DICE TODO, ella no encuentra que esa afirmación sea cierta, pero tampoco va a desmentir a su dios delante de la cámara. Lo reprocha con un gesto muy elocuente. Hay algo más, pero ella no quiere formar parte de ese error, de ese engaño.

Dime una cosa, amado seguidor de Miranda, si este «apostol de la fe», no consigue que funcionen las mentiras que os enseña: ¿vale la pena seguirlo a él?.